Algo preocupante ocurre con la educación de Chiapas. En medio de una fatídica pandemia, con contagios al alza y el choque de intereses de grupos que se disputan el control de las dirigencias sindicales (Sección 7 y 40 del SNTE), las niñas y niños son los que, como siempre, terminan pagando los platos rotos.
Es un secreto a voces que el retorno presencial a clases en la entidad no ha tenido la respuesta esperada de parte de los docentes y padres y familia, pues lejos de asumir una actitud solidaria y de cooperación ante la escuela pública, han preferido señalar la falta de insumos y apoyos de la Secretaría de Educación, sin ofrecer más alternativas que prolongar el confinamiento escolar, tan reprobado por organismos internacionales como la Unesco y la Unicef.
La pandemia del Covid-19 ha sido la excusa ideal para echar por la borda la necesidad de procurar educación de calidad con pertinencia y relevancia.
La parálisis del sistema educativo por casi un año y medio, parece haber sepultado los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, los cuales establecen, entre otras cosas, asegurar que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos.
La pandemia del Covid-19 no puede seguir siendo un pretexto para la inoperancia educativa, más aún, cuando en un esfuerzo por fomentar la colaboración internacional y garantizar que la educación nunca se detenga, la Unesco desarrolló desde marzo de 2020, una respuesta con una serie de iniciativas, que incluyeron la supervisión global de los cierres de las escuelas a nivel nacional y local.
Lo anterior dio como resultado, la creación de la Coalición Mundial para la Educación Covid-19, una alianza multisectorial entre el sistema de las Naciones Unidas, las organizaciones de la sociedad civil, los medios de comunicación y los asociados de TI para diseñar e implantar soluciones innovadoras.
En especial, la Coalición Mundial para la Educación ha buscado ayudar a los países a movilizar recursos e implementar soluciones innovadoras y adecuadas al contexto para proporcionar una educación a distancia a la vez que se aprovechan los enfoques de alta tecnología, baja tecnología o sin tecnología; buscar soluciones equitativas y el acceso universal; garantizar respuestas coordinadas y evitar el solapamiento de los esfuerzos; y facilitar la vuelta de los estudiantes a las escuelas para evitar un aumento significativo de las tasas de abandono escolar.
No obstante, todo indica que Chiapas sigue estando fuera de esta agenda, y en cambio, se continúa priorizando una devaluada agenda política por encima de la agenda educativa global. Poner oídos sordos a los especialistas, organismos académicos y a quienes buscamos cooperar para alcanzar el logro de una verdadera educación de calidad no es buena señal para el futuro de las niñas, niños y jóvenes de nuestra entidad.
Es tiempo de poner los puntos sobre las íes y someter a prueba las voluntades.
 
			 
		
Y cuál es su propuesta? Cómo pondrán los puntos sobre las ies? Además qué hay que considerar que es toda la sociedad la afectada