En apenas siete meses al frente del Gobierno de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar ha demostrado un liderazgo con visión estratégica, apuntalando a la entidad como un eje logístico con vocación internacional. Su más reciente acción fue la organización y bienvenida a dos nuevos Polos de Desarrollo (PODEBI) en Tapachula, un golpe de timón económico que posiciona a Chiapas dentro del mapa global.

Conjuntamente con el CIIT, el gobernador coordinó una sesión informativa sobre los polos Tapachula I y II, donde no solo se expusieron sus grandes dimensiones —263 y 149 hectáreas respectivamente— y su conexión ferroviaria y portuaria, sino también un paquete de incentivos fiscales contundentes: condonación de ISR, IVA, impuestos estatales y locales, además de estímulos a la nómina, hospedaje y adquisición de vehículos usados .

Este proyecto no es un acto aislado: es la primera piedra de un impulso económico sólido hacia la Costa Soconusco, con la fascinante visión de convertirla en la capital económica de Centroamérica, según palabras del propio mandatario . Además, el gobernador comprometió la prolongación de beneficios fiscales a todo el sexenio y la implementación de infraestructura energética estratégica (gas comprimido por tierra y mar), en un esfuerzo por garantizar certeza jurídica y competitividad a largo plazo.

No se trata solo de construir instalaciones, sino de articular conectividad logística, energía e incentivos económicos para generar una plataforma de inversión robusta a través de un trabajo en conjunto con el CIIT, empresarios, municipios como Tapachula y la Federación —y mantiene diálogo con la presidenta Claudia Sheinbaum para extender beneficios—, lo que demuestra su capacidad para tejer redes institucionales .

Esta visión estratégica contempla además el impulso regional con enfoque social: más allá de cifras, el proyecto promete empleo digno, desarrollo educativo y oportunidades para más de 678,000 habitantes de la zona. El enfoque es integrador, no solo extractivo .

Claro que los retos persisten: hacer realidad este corredor requiere inversión seria, desarrollo ambientalmente sustentable, capacitación técnica y supervisión transparente. Pero gracias a un liderazgo enfocado en resultados concretos, Chiapas ya está dando pasos firmes hacia una nueva era productiva.

Eduardo Ramírez Aguilar no solo habla de desarrollo: lo proyecta con hechos. Al convertir a Tapachula en un polo estratégico dentro de una red logística nacional, reafirma su perfil de gobernador con visión moderna. Si logra consolidar los incentivos, la infraestructura y la mano de obra local calificada, este podría ser su legado más duradero: un Chiapas competitivo, integrador y conectado con el mundo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí