La jefa de la Agencia de Estados Unidos para la Ayuda Internacional al Desarrollo (USAID), Estados Unidos, por la defensa de la libertad de prensa Samantha Power, anuncio que su país dedicará fondos para ayudar a los periodistas en el extranjero a afrontar los costos de demandas frívolas destinadas La directora de USAID también prometió aumentar drásticamente la asistencia a grupos locales y hacer que esa ayuda sea más inclusiva y efectiva.

Power, ex reportera, dijo que el Gobierno de Joe Biden, fijará un “fondo global de defensa contra la difamación” para periodistas como parte de su agenda de promoción de la democracia.

“Ofreceremos la cobertura (de costos) para sobrevivir a las denuncias de difamación o disuadir a los autócratas y oligarcas de tratar de demandarlos para sacarlos de circulación”, dijo en la Escuela de Servicio Exterior de la Universidad de Georgetown.

Agregó que sus conversaciones con periodistas internacionales mostraron que los regímenes autocráticos usan cada vez más la “táctica cruda pero efectiva” de presentar demandas a los medios de comunicación en quiebra para matar las historias que no les gustan.

“A medida que los autócratas se vuelven más inteligentes en sus intentos de controlar y manipular a las personas, debemos ayudar a apoyar una prensa mundial libre y justa para que los líderes rindan cuentas”.

El anuncio de la Agencia de Estados Unidos para la Ayuda Internacional al Desarrollo , en voz de Samantha Power, es un aliento de esperanza ante la creciente violencia en contra de la prensa y de los periodistas; violencia que en la mayoría de las veces, viene de las instituciones y de sus funcionarios, de gobiernos municipales y de la delincuencia organizada. Es un ejemplo claro de que la defensa de la democracia pasa necesariamente por el respeto al trabajo de los medios de comunicación y por garantizar la integridad de quienes se dedican a este trabajo de alto riesgo.

Al ejercer una de las más trascendentes manifestaciones de la libertad de expresión, los periodistas y comunicadores se exponen a riesgos que incluyen la violación a sus derechos humanos.

La libertad de expresión es un derecho fundamental que debe ser garantizado por el Estado. Su vulneración constituye un grave atentado en contra de las personas, de la sociedad y del estado democrático.

Es evidente que en el afán de silenciar las voces críticas, diversos gobiernos han recurrido no solo a la violencia física, sino también a la persecución judicial en contra de periodistas, tristemente, ante la mirada indiferente de los organismos e instituciones responsables de proteger sus derechos.

En Chiapas Observa celebramos el anuncio realizado por la Agencia de Estados Unidos para la Ayuda Internacional al Desarrollo. Reconocemos que la lucha por la democracia y las libertades va más allá de cualquier bandera y frontera.

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