El fin de semana pasado, el Presidente de la República envió a la cámara de Diputados una iniciativa de Reforma Constitucional a los artículos 25, 27 y 28 de nuestra Constitución Política, considerada de alto impacto con relación al actual modelo energético, especialmente en el sector eléctrico e incluso en el de los hidrocarburos.
A principios de año, López Obrador sacó una iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica para fortalecer a la CFE; ésta reforma, fue aprobada por diputados y senadores aunque no prosperó, porque en las cortes se argumentó su inconstitucionalidad, por eso este viernes inició el debate en el Congreso de la Unión para reformar la constitución.
En su conferencia matutina el Ejecutivo Federal señaló lo siguiente: “La iniciativa que se envió desde ayer al Congreso para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con el propósito de que se garantice la energía eléctrica a precios justos para todos los mexicanos, que no haya aumentos por encima de la inflación, como es nuestro compromiso, que no suceda lo de antes, que aumentaba y aumentaba constantemente el precio de la luz, de las gasolinas, del diésel, del gas; tenemos que tener, control de los precios de los energéticos, para que no se afecte la economía popular”.
Ante la gran desinformación que existe, es clara y evidente la falta de entendimiento respecto al funcionamiento del Sistema de Electricidad Nacional sobre todo en los cambios propuestos, que de ser aprobados traerán repercusiones en la vida de todos los mexicanos, pues tienen que ver con la cantidad de poder otorgado a la Comisión Federal de Electricidad, que no está desvinculada de los organismos que actualmente regulan el sistema energético en nuestro país.
Recordemos que existe la Secretaría de Energía, encargada de diseñar y conducir la política energética y de revisar el desempeño de todo el sistema; la Comisión Nacional de Hidrocarburos, que regula la participación de empresas públicas y privadas en la extracción y producción de hidrocarburos; la Comisión Reguladora de Energía, que administra y regula el resto del sector energético, aprobando contratos y permisos, regulando la participación de empresas públicas y privadas en los diferentes procesos de generación de energía y las tarifas del sistema eléctrico; y, el Centro Nacional de Control de Energía, que opera el Sistema Eléctrico Nacional y el mercado eléctrico mayorista, decidiendo quién despachará la electricidad, qué nuevos generadores se pueden conectar a la red eléctrica y los que proponen mejoras y cambios a la red de transmisión y distribución nacional.
Por lo tanto, la Comisión Federal de Electricidad no es un órgano regulador, sino una empresa productiva del Estado y éste como dueño participa en el mercado eléctrico como otras empresas privadas. Pero, hay procesos en los que la CFE compite con otras empresas privadas, como la generación y la comercialización de la energía; sin embargo, hay dos procesos importantes en los que tiene un monopolio total: la transmisión y la distribución de la electricidad, lo que le permite ser competitiva y reinvertir en su propia empresa para poder dar un mejor servicio a la ciudadanía.
En este marco, la Reforma propone tres mecanismos para darle más poder a la Comisión Federal de Electricidad; primero, convertir a la Comisión Federal de Electricidad en un organismo del Estado, responsable del área estratégica de la electricidad, de su planeación y control; segundo, la CFE deja de ser una empresa en el mercado y se convierte en un organismo regulador; y tercero, se eliminan o desaparecen los órganos de regulación. Dicho de otra forma, la CFE se volverá juez y parte a la vez, lo que nos obliga a tener claridad sobre estos cambios, que tendrán repercusiones importantes en todo nuestro sistema energético mexicano.
La iniciativa ya sabemos, está en manos del Congreso, donde se han presentado varios posicionamientos de las bancadas parlamentarias; puesto que, es una reforma constitucional que requiere de las dos terceras partes de los votos, para que se aprueben estos cambios. ¿Qué continúa? ¿Qué nos toca a la ciudadanía? Sin duda, habrá mucho más que analizar.
 
			 
		
Buenos días a todos y todas los y las que leen chiapasobserva, me parece que la CFE ha sido hasta la «reforma estructural» respectiva, una empresa federal (1960) se nacionaliza la electricidad. Estoy seguro que, efectivamente, hay basta desinformación, especialmente por parte de la empresa privada que participa en este «negocio» que, para ellos ha sido REDONDO, por cierto, ya leyeron lo que está sucediendo en España al respecto? Me parece que sería peligroso para un país como el nuestro, que sucediera lo que acontece en aquel país europeo…