“Toma de decisiones Resilientes”

La toma de decisiones es un ejercicio que requiere de un análisis costo-beneficio en función del riesgo calculado, es decir, solo conociendo el riesgo de manera cuantitativa, con pesos y centavos, podemos hacer un análisis costo vs beneficio y con base en ello priorizar acciones y tomar decisiones resilientes.

Ciudades y sociedades más resilientes, solo serán posibles si se toman decisiones resilientes, no bajo corazonadas o percepciones, es por eso que desde el Marco de Sendai se ha establecido como prioridad No. 1 de acción: entender el riesgo.

El riesgo no es un sentimiento ni un “me late”, el riesgo es un valor numérico y sus unidades son monetarias, el cual se debe entender de una manera muy sencilla y práctica como “daño o pérdida esperada”.

Pueden existir muchas metodologías, pero en general el riesgo resulta de una ecuación algebraica donde las variables son la probabilidad de que se presente cierto daño o pérdida por la acción de algún fenómeno perturbador que ponga en peligro a un sistema con cierta vulnerabilidad.

Si y solo si calculamos el riesgo de manera cuantitativa, podremos hacer un análisis costo-beneficio y priorizar acciones y tomar decisiones resilientes para finalmente diseñar una verdadera Estrategia de Gestión Integral de Riesgos.

Desafortunadamente, la mayor parte de las decisiones que toman las autoridades y muchas instituciones, aun las que por mucho tiempo están enfocadas a la protección civil y a la gestión integral de riesgos, carecen de un análisis costo-beneficio y peor aún se desconoce el riesgo y como se involucra al riesgo en la ecuación del análisis costo beneficio.

Si no entendemos el riesgo y no lo podemos evaluar y calcular con sus unidades, menos podremos hacer una verdadera Gestión Integral de Riesgos y mucho menos un análisis costo-beneficio, lo que dará como resultado decisiones ocurrentes o simplemente “caprichos”, como normalmente se ha dado en nuestro entorno con las obras civiles más emblemáticas.

La resiliencia es el resultado de una verdadera estrategia de gestión integral de riesgos y esta a su vez es el resultado de conocer el riesgo de manera cuantitativa con pesos y centavos y solo conociendo dicho riesgo podremos hacer un verdadero análisis costo beneficio y finalmente, si y solamente si conocemos este análisis costo-beneficio en función del riesgo, podremos priorizar acciones y tomar decisiones resilientes.

Es por ello que los Atlas de Peligros y Riesgos, son poderosas herramientas que permiten conocer el riesgo calculado para realizar los correspondientes análisis costo beneficio y para la toma de decisiones resilientes.

Es por todo lo anterior, que el gobierno de Chiapas, desarrolló en el Artículo 74º del Reglamento de la Ley de Protección Civil, una metodología para calcular de manera cuantitativa el riesgo y el Colegio de Ingenieros Civiles de Chiapas A.C. ha desarrollado el conjunto de guías resilientes para homologar criterios y calcular el riesgo de manera cuantitativa, de acuerdo con dicho artículo.

¡Solo tomando decisiones resilientes podremos construir ciudades y sociedades más resilientes!

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