El maestro y las sombras que acechan su noble labor

En el circo que se ha convertido la Secretaría de Educación en el Estado, donde la transparencia y la equidad son sólo palabras vacías, las autoridades muestran su verdadera cara de hipocresía y cinismo cuando deberían festejar con altos honores a los maestros. Y es que aún cuando las pruebas de corrupción y duplicidad en plazas educativas están a la vista de todos, las autoridades se mofan negligentemente exigiendo demandas formales antes de hacer algo, como si necesitaran una invitación para cumplir con su trabajo de resolver los problemas y las necesidades de los trabajadores.

La Secretaría de Educación, supuesta guardiana de la equidad educativa, es más una sala de burlas y carcajadas que una institución humanista y de calidad. Porque las recientes denuncias de Luis Antonio Albores Chacón y sus valientes compañeros sobre la duplicidad de plazas en la Secretaría de Educación en Chiapas, han sido como chistes malos para las autoridades que prefieren hacer oídos sordos a la realidad que les golpea en la cara.

Para muestra los comentarios despectivos del corrupto Director de Educación Secundaria y Superior, Juan Jesús Guillén Miceli, que resuenan en los pasillos donde los muros atestiguan las intrigas y los susurros del poder. En sus palabras, Guillén Miceli menosprecia a los trabajadores al afirmar que mientras éstos no presenten demandas legales no habrá ningún problema, e incluso minimiza la importancia de las denuncias en redes sociales.

El temor de ellos es que los trabajadores demanden, porque mientras no los demanden estos funcionarios no resolverán nada, dijo un empleado de la institución que ha vivido en carne propia estos atropellos. Y que con la orden de comisión que tienen los trabajadores, pueden demandar tanto en el Tribunal Burocrático como en el Juzgado Federal, ya que ese documento es su aval para hacer que por medio de la autoridad les resuelvan y hasta los inhabiliten a esos corruptos, expresó visiblemente descontento.

La cobardía de las autoridades ante la posibilidad de enfrentar demandas legales revela su miedo a la justicia y su falta de voluntad para limpiar el estercolero de corrupción en el que nadan alegremente. Mientras tanto, los trabajadores afectados son las víctimas de este espectáculo de engaño y abuso de poder, sin que nadie les eche ni siquiera un salvavidas, mucho menos el Sindicato.

Porque de plano estos comerciantes de la Cuarta Transformación, parecen estar coludidos con el repugnante Secretario General de la Sección 7, quien recientemente fue expuesto por su amante en un vergonzoso cartel ubicado bajo un puente; y que hace pensar en la educación, pero no como un espacio de aprendizaje sino tristemente en un descarado burdel o una casa de citas moderna, donde el pronto y a veces tardado pago es una bendita plaza.

Qué denigrante, qué horror, expresó con aborrecimiento una madre de familia. Y qué paradoja más amarga que en el Día del Maestro se celebre no solo la labor encomiable de tantos docentes entregados, sino también se ponga de manifiesto la sombría danza de la corrupción que acecha la noble tarea de educar.

En este circo de absurdos, donde la enseñanza se desdibuja entre risas y desdén de aquellos que deberían velar por su resplandor, los maestros y maestras siguen en pie, desafiando con valentía los embates de un sistema que parece haber perdido el rumbo entre decorados de falsas promesas y aplausos vacíos, donde los verdaderos protagonistas son esos maestros y maestras que con su esfuerzo y dedicación, sostienen el telón de la esperanza en medio de la oscuridad de la corrupción y el gran negocio de las plazas.

Mientras los valientes educadores luchan por avivar la chispa del saber, las autoridades en su papel de villanos corruptos, trafican con las plazas como si fueran monedas de cambio en un mercado de truhanes. En un escenario donde la educación es la protagonista olvidada de un drama cómico, pero donde los maestros y maestras se erigen como héroes y heroínas de un guion retorcido.

¿Ustedes quieren que siga la función? O será hora de que estas marionetas de la corrupción dejen de bailar al son que les tocan los corruptos, y asuman de una vez por todas su responsabilidad. La comunidad educativa no merece ser parte de este show de mentiras y engaños, sino una educación de verdad, justa y de calidad, donde no hayan sombras que acechen la noble labor de los maestros y maestras de Chiapas, que dicho sea de paso hoy los colmamos de honores y felicitaciones, por su merecido día. Y hasta más.

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