¡El Ayuntamiento de Tuxtla parece una plaga de jardineros locos! Van por la Ciudad derramando árboles y más árboles
Existen varias plagas que pueden afectar gravemente a los árboles, como el «escarabajo de corteza» que es una de las peores y más devastadoras. Pero peor que estos escarabajos que se alimentan de la corteza y los tejidos internos de los árboles, están siendo los empleados del Ayuntamiento municipal de Tuxtla Gutiérrez, quienes continúan actuando como los peores insectos.
Y es que de manera irresponsable, sin considerar los impactos potenciales en el medio ambiente y la salud de los árboles, menos sin escuchar las recomendaciones o consultar a expertos en biodiversidad, arboricultura o paisajismo, como una plaga las autoridades municipales de Tuxtla Gutiérrez se han desplegado por toda la Ciudad, para atentar contra los ecosistemas terrestres, al derribar las ramas de cuanto árbol encuentran en su camino.
Si los escarabajos de corteza pueden propagarse rápidamente y atacar grandes áreas forestales causando la muerte masiva de árboles, los jardineros de Carlos Morales Vázquez han resultado muchísimo peor. Que hasta parecen arrieras como vienen dejando a los indefensos arbolitos, debilitándolos y causándoles daños significativos.
Su ignorancia no les permite comprender, el estrés que también le generan a los indefensos árboles. Porque durante el calor, los árboles están en un estado de mayor vulnerabilidad y estrés debido a las altas temperaturas y la falta de agua. Derribar sus ramas adicionales puede debilitar aún más al árbol y afectar su capacidad para sobrevivir y recuperarse.
Como gusanos del abeto, han venido cercenando cuanta rama encuentran a su paso, causando un impacto devastador en los árboles. Estos insectos del gobierno morenista, como larvas que se alimentan de los tejidos vivos de los árboles, han venido causando daños al medio ambiente al debilitar la estructura de los árboles.
Además, las ramas de los árboles proporcionan sombra y ayudan a enfriar el entorno. Al derribarlas, se reduce la cantidad de sombra disponible y se disminuye el efecto de enfriamiento que los árboles proporcionan durante el calor, lo que puede resultar en un aumento de la temperatura en el área circundante. Por si fuera poco, derribar las ramas de los árboles puede alterar la apariencia y estética de un paisaje. Los árboles son elementos importantes en el diseño paisajístico y juegan un papel crucial en la belleza natural de un entorno.
Los árboles, proporcionan hábitats y refugio para diversas especies de plantas, animales e insectos. Al derribar las ramas, se puede interrumpir o destruir estos hábitats, lo que afecta negativamente la biodiversidad local. Lo que están haciendo las autoridades es una barbarie, no permitamos que esto siga ocurriendo. ¡Defendamos a la madre tierra!
Si no se detiene esta barbaridad cometida en contra del medio ambiente, seguirán destruyendo los ecosistemas formados por las plantas, animales, microorganismos y su entorno físico como el aire, el agua y el suelo, que interactúan entre sí por los flujos de energía y materia que ocurren dentro de ellos. Si no hacemos nada continuarán acabando con la biodiversidad, con la variedad de organismos vivos que existen por todo Tuxtla Gutiérrez, poniendo en riesgo el funcionamiento de los ecosistemas, que tienen un papel fundamental en la estabilidad y resiliencia de los mismos.
Es importante destacar que la gravedad de estas abominables plagas, avanza día con día en la medida que abarca más su destrucción; y que, junto a otras plagas como los pulgones, las cochinillas, los gorgojos y los hongos de la corrupción, amenazan con causar mayores daños a los árboles y a la Ciudad.
La detección temprana y la implementación de medidas de control adecuadas contra estas alocadas sabandijas, son fundamentales para prevenir y mitigar sus desastrosos efectos, que de manera alarmante van irreversiblemente en contra de la población tuxtleca. No permitamos que esto siga ocurriendo, la población debe oponerse contra esta plaga barredora, que está matando la vida y a la madre tierra. Y hasta más.
 
			 
		
 
                             
                             
                            