El calentamiento del planeta continúa a un ritmo alarmante. En 2021 la capa de hielo de Groenlandia perdió más masa durante la temporada de deshielo que la que ganó durante el invierno.
El año marcó un cuarto de siglo de ese derretimiento constante, revela un nuevo estudio respaldado por la agencia meteorológica de la ONU.
El servicio danés de monitoreo Portal Polar, que forma parte del informe anual sobre el estado del clima de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), advirtió este viernes que el 2021 se sumó a los 24 años precedentes de pérdida constante de los glaciares de Groenlandia.
Un nuevo informe del Portal Polar explica que el comienzo del verano boreal de 2021 fue frío y húmedo, con nevadas inusualmente fuertes y tardías en junio, lo que retrasó el inicio de la estación de fusión del hielo de Groenlandia.
Sin embargo, una ola de calor a fines de julio provocó una pérdida considerable de los glaciares.
El estudio detalla que en términos de “balance de masa total” (la suma del derretimiento de la superficie y la pérdida de trozos de hielo de los icebergs, además del derretimiento de las “lenguas” de los glaciares en contacto con el agua de mar), la capa de hielo perdió alrededor de 166.000 millones de toneladas durante el año transcurrido entre agosto de 2020 y 2021.
En otras palabras, continúa el análisis, la capa de hielo terminó la temporada con un balance de masa superficial neta de aproximadamente 396.000 millones de toneladas, lo que lo convierte en el 28º nivel más bajo registrado en 41 años.
El fenómeno es una muestra clara del rápido avance del cambio climático e implica una transformación de las perspectivas del planeta, plantea el Portal, argumentando que, a diferencia de hoy, a fines de la década de 1990, por ejemplo, esas mismas cifras se hubieran considerado simplemente como un año con un balance de masa superficial muy bajo
El informe señala que la causa del frío de principios de verano podría deberse a las condiciones en el suroeste de Canadá y el noroeste de Estados Unidos, ya que en ambos territorios se formó un enorme sistema de alta presión de “bloqueo”.
Agrega que ese patrón ocurre regularmente en la tropósfera, y no sólo en América del Norte, pero que nunca se había observado con tanta fuerza.
Los últimos siete años van camino de convertirse en los más cálidos desde que hay registros y el aumento del nivel del mar es cada vez mayor, mientras el hielo desaparece y los océanos se calientan y se acidifican.
El planeta ha entrado en territorio desconocido, con repercusiones de gran alcance para las generaciones actuales y futuras, mientras estas mismas contemplan ineptas el espectáculo de su auto aniquilación, como la misma “crónica de una muerte anunciada”.
 
			 
		