Un grupúsculo de abatidos líderes señalados de «oportunistas» por sus propios compañeros, realizó ayer una rueda de prensa en Tuxtla Gutiérrez para anunciar una ronda de asambleas rumbo al relevo sindical de la Sección 7 del SNTE.
Entre los «distinguidos» convocantes, se encuentran tres exsecretarios generales de esta sección sindical, todos marcados por la vergonzosa huella de la traición y la doble moral. Hablamos de Amadeo Espinosa, Víctor Manuel Ancheita y Rosendo Galindez, notables traidores del movimiento democrático magisterial.
Estas criaturas del señor (de las cavernas), comparten además el mútuo interés por desterrar a Pedro Gómez Bamaca de la Sección 7 del SNTE, bajo la égida del Subsecretario Patito, Pablo Velázquez Vázquez, quien desde su llegada a la Secretaría de Educación no ha hecho más que meter las narices en la vida sindical de los maestros democráticos, utilizando todo tipo de argucias y ataques en contra de su odiado enemigo a quien ha buscado por todos los medios: someterlo, cooptarlo e incluso encarcelarlo, abriendo pie a una guerra institucional que ha terminado por sumir al sector educativo en la peor crisis de su historia reciente. Pablo Velázquez Vázquez es también el artífice del fallido Pacto Social por la Educación, que condujeron al fracaso él y su grupo político a pesar de la buena voluntad del gobernador Rutilio Escandón Cadenas, de las y los maestros chiapanecos, de las cámaras empresariales y de los presidentes municipales.
En la inflada rueda de prensa de ayer, en el mal llamado Frente Plural y en todos los discursos huecos que hoy reivindican una falsa democracia sindical, está la mano del Partido del Trabajo y de su Subsecretario Patito, el mismo que no pudo con el paquete de coordinador de asesores ni puede ahora con el encargo de Subsecretario estatal.
Pablo Velázquez y la banda de los Chupa Dedos (los ya mencionados) apuestan a llevarse un botín político para retornar al control absoluto del negocio de la educación; quitando de su camino, a la piedra más grande que este grupo de vividores ha tenido como estaquilla: el verdadero movimiento democrático magisterial, que sin inmutarse ya retumba fuerte y glorioso en vísperas de la elección sindical.
