Marcos Neto, director de la Oficina de Políticas y Apoyo a Programas de la ONU, asegura que el problema del desarrollo no es la falta de dinero, sino cómo alinear los flujos de capital público y privado. El Compromiso de Sevilla es un documento que marca una ruta para todos los países miembros de las Naciones Unidas, excepto Estados Unidos, con el objetivo de lograr movilizar ese capital

Chiapas Observa/Staff.- La Conferencia sobre Financiación al Desarrollo (FFD4) avanza con un llamado urgente a alinear los recursos globales con la Agenda 2030. Desde el corazón del encuentro, el director de la Oficina de Políticas y Apoyo a Programas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), expresó con claridad que sin desarrollo no hay estabilidad, ni esperanza.

“El desarrollo beneficia a todos los países porque se vincula con otros órdenes de la vida y la sociedad, entre ellos la seguridad. Sin él, no hay estabilidad”, afirmó el funcionario en entrevista con Noticias ONU, subrayando que la falta de progreso económico y social es un factor directo de inestabilidad y conflicto.

La declaración se enmarca en la adopción del Compromiso de Sevilla, documento central de la conferencia que fue aprobado por 192 de los 193 Estados miembros de la ONU. La gran ausencia fue Estados Unidos, que decidió retirarse del proceso de negociación. Aunque su peso económico es significativo, desde el PNUD insisten en mantener el diálogo y trabajar con todos los países, atendiendo sus realidades y prioridades.

¿Qué es el Compromiso de Sevilla?

Neto explica que el documento busca resolver uno de los mayores obstáculos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): la financiación. “La pregunta no es si hay dinero. La pregunta es: ¿dónde está y cómo se alinea?”, planteó. El Compromiso traza una hoja de ruta clara para orientar los flujos de capital —público y privado, nacional e internacional— hacia los ODS, el Acuerdo de París y otros compromisos globales.

Este marco consensuado también involucra a actores clave como la sociedad civil, el sector privado y la filantropía, marcando un paso concreto hacia una cooperación multilateral más efectiva.

¿Un documento más?

A la percepción ciudadana de que estas cumbres producen documentos que no cambian la realidad, Neto responde con ejemplos: “Hace diez años en Addis Abeba se planteó la creación de Marcos Integrados de Financiación. Hoy, ese concepto es real en 86 países, movilizando más de 47 mil millones de dólares.”

Además, el PNUD ha apoyado a diversos gobiernos en la reforma de sus presupuestos nacionales, asegurando que los recursos lleguen a quienes más los necesitan.

Plataforma de Acción: de los acuerdos a la práctica

El director del PNUD destacó también la creación de la Plataforma de Acción de Sevilla, impulsada por el gobierno español, que permitirá aterrizar las iniciativas acordadas. “Nosotros lideramos 11 de esas iniciativas. Es una gran jugada convertir el compromiso en acción.”

Este esfuerzo se enlaza directamente con la COP30, que se celebrará en Belém, Brasil, a finales de año. “Hay una conexión directa entre Sevilla y Belém. Estas conexiones son importantes para dar continuidad y coherencia a los compromisos globales”, concluyó.

Con cinco años por delante para cumplir con los ODS, el Compromiso de Sevilla marca un punto de inflexión: de las promesas al financiamiento real, y de los discursos a la implementación efectiva.

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