A pesar de los esfuerzos del gobierno federal para contender esta amenaza, el director de la Organización Panamericana de la Salud, Jarbas Barbosa, advierte que “tener nueve muertes por sarampión en México es inaceptable”
Chiapas Observa/Staff.- México vive su peor brote de sarampión en lo que va del siglo XXI. Hasta ahora, se han confirmado más de 2,500 casos y se reportan al menos nueve fallecimientos. Si se incluyen los casos probables, la cifra se eleva a 5,400. La situación más grave se registra en el estado de Chihuahua, que concentra el 90% de los contagios confirmados y ocho de las muertes.
El virus, sin embargo, ha comenzado a expandirse hacia otras regiones del país. De acuerdo con las autoridades sanitarias, ya hay presencia de la enfermedad en 18 de las 32 entidades federativas, una propagación que epidemiólogos y organismos internacionales califican como una emergencia nacional.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha intervenido para apoyar a México en el control del brote. Desde la emisión del primer aviso epidemiológico, el organismo —filial continental de la Organización Mundial de la Salud (OMS)— ha ofrecido asistencia técnica y capacitación para el personal médico de la Secretaría de Salud. Según estimaciones de la OPS, en Chihuahua es necesario vacunar con una dosis adicional a al menos 1.8 millones de personas menores de 40 años. Hasta el momento, se han aplicado unas 287,000 dosis en los últimos seis meses.
Desde Washington, el director de la OPS, Jarbas Barbosa, destacó el esfuerzo del gobierno mexicano para contener la epidemia. En entrevista con medios, reconoció el compromiso de las autoridades federales, incluyendo a la presidenta de la República y al secretario de Salud, David Kershenobich, con quienes mantiene comunicación directa.
“México está haciendo un gran esfuerzo, pero el desafío es enorme”, subrayó Barbosa. “Hay que actuar con rapidez, especialmente en comunidades con baja cobertura de vacunación, porque un solo caso importado puede desencadenar un brote como el que ahora enfrentamos”.
En 2024, las Américas fueron certificadas como región libre de sarampión, un hito sanitario sin precedentes a nivel mundial. No obstante, Barbosa advirtió que mantener ese estatus requiere una vigilancia constante, cobertura de vacunación sostenida y capacidad de respuesta inmediata. “Cada semana recibimos casos importados desde Europa, Asia o África. La clave es evitar que encuentren comunidades vulnerables”, explicó.
Las autoridades mexicanas se han trazado como objetivo contener el brote antes de que se cumpla un año de su inicio, con la meta de conservar la certificación internacional que reconoce a México como un país libre de transmisión endémica del sarampión.