Desorientada por el exsecretario de Educación Estatal, Pablo Velázquez Vázquez, la ‘maistra’ Rosa Aidé Domínguez Ochoa, es otra de las funcionarias del gobierno anterior que deja un legado de inoperancia, prepotencia y nulos resultados en materia educativa, en detrimento de los niños y jóvenes de esta entidad.
En su paso la Secretaría de Educación Estatal se obsesionó en debilitar al líder de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), Pedro Gómez Bamaca, al grado de invertir recursos públicos para apoderarse de documentos personales, mismos que probaban la existencia de supuestas propiedades a nombre de amigos y familiares del exsecretario de la Sección 7 del SNTE, con los cuales propuso a las autoridades de la SEP y Función Pública, abrir procesos penales en una estúpida estrategia para imponer a un dirigente sindical a modo; objetivo que nunca logró.
Testigo de esta necedad es el propio ex oficial mayor de la Secretaría de Educación Pública, Héctor Garza, quién desde agosto de 2019, en una oficina alterna a la Secretaría General de Gobierno, responsabilizó directamente a Rosa Aidé Domínguez Ochoa y a su entonces coordinador de asesores, Pablo Velázquez Vázquez, por los costos políticos que su cerrazón tendría en la gobernabilidad del estado.
La exsecretaria de Educación deja una dependencia sin pies ni cabeza. Seis años perdidos para la escuela pública, un grave vacío en la política educativa y evidentes retrocesos en materia del logró académico y la gestión escolar.
