Marcela Sánchez, Directora de Colombia Diversa / Fulbright

La directora de Colombia Diversa, organización que lucha por la igualdad de la mujer y la diversidad en el país, señala que el pegamento que unió la persecución del colectivo LGBTIQ+ durante el conflicto armado fue la discriminación

Pese a ello, considera que Colombia tiene una oportunidad ahora de convertirse en un ejemplo para el mundo si cumple con las leyes existentes

Chiapas Observa/Staff.- Marcela Sánchez, directora de Colombia Diversa, considera que el país sudamericano tiene la oportunidad de convertirse en un laboratorio para la igualdad de la mujer, como comentó recientemente en una intervención ante el Consejo de Seguridad.

Esa oportunidad viene derivada de la inclusión de la cuestión de género como uno de los ejes del acuerdo de paz que firmaron el Gobierno nacional y la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en 2016.

En conversación con Noticias ONU, Sánchez, cuya ONG es una de las organizaciones más representativas de la lucha por la igualdad de la mujer y la diversidad en el país suramericano, precisa sin embargo que, para que la incorporación de la perspectiva de género se pueda tomar como modelo a nivel mundial, es necesario que el país agilice la aprobación de leyes que eviten la impunidad frente a la violación de derechos de las mujeres y de la población LGBTIQ+.

Además, Sánchez observa la necesidad de que se dé seguimiento a estrategias que protejan la vida e integridad.

“Es importante que la Misión de Verificación tenga acceso a indicadores que permitan medir, por ejemplo, afectaciones por incumplimientos del cese al fuego de grupos armados ilegales contra la población LGBTIQ+, persecución por razones de género, o casos de violencia sexual; que pueda medir si se está incorporando la perspectiva de género como quedó en los acuerdos de 2016”, explica.

Para Sanchez, esto incluye que “la comunidad internacional siga poniendo sus ojos sobre Colombia”.

En su opinión, los logros que se consoliden en este sentido marcarían un precedente para proteger los derechos de estas poblaciones en Colombia y otras partes del mundo.

Avances y desafíos en la cuestión de género

En su último informe sobre la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, el Secretario General destacaba los avances que ha tenido el país para la implementación de políticas de igualdad de género.

Uno de los más significativos es la formulación del Plan de Acción Nacional con el que Colombia busca incorporar de manera efectiva, a nivel nacional y territorial, la Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad, con la participación de las mujeres, para la garantía plena de sus derechos.

El plan es la respuesta de Colombia al reconocimiento del Consejo de Seguridad en el año 2000 del trato desigual y desproporcionado a las mujeres y niñas en los conflictos armados.

“Es muy positivo el hecho de que haya finalmente un Plan de Acción Nacional (…) como con la iniciativa de paz total [que promueve el actual Gobierno], y de seguir mandando un ejemplo al mundo de la importancia de la inclusión, de que estas disposiciones sean parte de la construcción de paz”, expresó recientemente Carlos Ruiz Massieu, jefe de la Misión de Verificación.

En Colombia, el diseño del Plan de Acción se desarrolló con la participación de más de 1500 mujeres de múltiples diversidades, que realizaron aportes para reconocer el enfoque de derechos de género, interseccional, étnico y antirracista.

“Este ha sido un proceso histórico que reconoce la lucha de los Movimientos Sociales de Mujeres en el país, les da voz y representatividad en la construcción de la paz y recoge sus ideas, visiones y aportes para transversalizar el enfoque de género en todas las acciones que aporten a la paz total”, explicó la Cancillería de Colombia.

Según el Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano, con el diseño del Plan de Acción Nacional, Colombia se convirtió en el décimo país de la región en trazar un plan de ruta para cumplir este mandato que ha sido adoptado por 107 naciones en todo el mundo.

Ruiz Massieu considera que es necesario complementar este progreso con las medidas contempladas en los acuerdos de paz con las FARC.

“Colombia fue y es un ejemplo en cuanto a elevar el estándar de las disposiciones de género en los acuerdos, pero aún estamos lejos en la implementación de las disposiciones. Se ha avanzado en algunas, pero se tienen que redoblar esfuerzos”, señala.

Por su parte, Sánchez, la defensora de los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y personas trans, agrega que “Colombia, así como fue el ejemplo en incluir en los acuerdos dichas disposiciones, tiene la oportunidad de serlo con su implementación”.

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