Un proyecto, acompañado por la ONU, demuestra lo necesario que es el involucramiento de las comunidades en la preservación y protección de los ecosistemas y las áreas naturales que oxigenan el planeta y otorgan el alimento y otros recursos vitales

Chiapas Observa/Staff.- El cerro del Tepepolco tiene a su ángel guardián. Motivado por la protección y conservación del medio ambiente, así como por la historia de su natal Iztapalapa y la reconstrucción del tejido social en su comunidad, Ángel Villagrán se ha convertido en un “guardián de su territorio”, específicamente del Tepepolco (“cerro grande”, en náhuatl), un caso inspirador que vale la pena visibilizar en el marco del Día Internacional de la Madre Tierra (22 abril) y el Decenio de la ONU para la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030).

La historia de Ángel como “ecoguardián” empezó con una caminata realizada hace unos años en el cerro Tepepolco, también conocido como Cerro del Peñón Viejo, un volcán inactivo de 2370 metros de altura ubicado al oriente de la Ciudad de México que guarda un gran valor histórico y sagrado desde la época prehispánica de los Mexicas y es clave para el abastecimiento hídrico de la zona, pero cuyos suelos, flora y fauna se han visto severamente afectados a causa de la actividad minera y el crecimiento urbano acelerado.

Inspirado en el trabajo de otros jóvenes como él, Ángel entendió el valor del cerro en aquella caminata y ahora se dedica a protegerlo y preservarlo de forma voluntaria a través de diversas acciones comunitarias impulsadas por la Red Socio ambiental Paraíso y Paz, colectivo local autogestivo en el que participa.

“Es un cerro muy seco y muy herido, nos queda sólo 30% de lo que fue. Tratamos de rescatarlo lo más que podemos”, indica Ángel, quien es filósofo de profesión. “Realizamos tequios (trabajo o tributo, en náhuatl) cada 15 días. En esta temporada de secas quitamos maleza, (hacemos) plantaciones de magueyes y reforestación de árboles nativos. También actividades culturales, como caminatas con diferentes temáticas: de día de muertos, papaloteadas, pajareadas, observación de aves, acampadas y caminatas históricas”, agrega.

Actualmente, Ángel y su colectiva están cerca de lograr la Declaratoria del Tepepolco como un Área de Valor Ambiental (AVA) en la categoría de bosque urbano. Se trata de una protección federal que les ayudará a dar un mejor mantenimiento al cerro y evitar problemas de asentamientos irregulares, deslaves, tiraderos de basura, inseguridad, quema de áreas verdes, vandalismo, erosión y deforestación.

En México, la CONANP actualmente administra 226 Áreas Naturales Protegidas (ANP) de carácter federal, que suman un total de 93.807.804 hectáreas bajo el régimen de conservación. Además, apoya la gestión de 579 Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC), abarcando una superficie de 1.265.745 hectáreas. Algunas áreas han sido declaradas gracias a la colaboración y apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en México (FAO).

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí