“Vamos a toda velocidad, asegurándonos de que esta relación es justa y equitativa para ambas partes, y que puede cambiar el mundo en una dirección positiva”, afirmó el embajador de la UE ante Estados Unidos, Stavros Lambrinidis, en una intervención por videoconferencia en la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo
Chiapas Observa/Staff.- La Unión Europea (UE) afronta el Consejo de Comercio y Tecnología que inaugurará con Estados Unidos el próximo miércoles a “toda velocidad” una vez superada la reciente tensión diplomática con Washington y con la ambición de “dar forma a la economía del futuro”.
“Vamos a toda velocidad, asegurándonos de que esta relación es justa y equitativa para ambas partes, y que puede cambiar el mundo en una dirección positiva”, afirmó el embajador de la UE ante Estados Unidos, Stavros Lambrinidis, en una intervención por videoconferencia en la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo.
Lambrinidis se refirió así a la primera ronda del Consejo de Comercio y Tecnología (TTC, por sus siglas en inglés) entre la UE y EE.UU., que tendrá lugar en Pittsburg (Pensilvania) el miércoles tras haberse puesto en cuestión la fecha por el anuncio de una nueva alianza de defensa estadounidense, británica y australiana que pilló por sorpresa a los europeos.
“Francamente, se creó un poco de fricción”, reconoció Lambrinidis en referencia a esa alianza, conocida como Aukus, así como por la decisión unilateral de EEUU de salir de Afganistán.
En cambio, el hecho de que ambas partes estén superando gradualmente esas tensiones indica también “la madurez de esta relación” y que “no hay alternativa” a ello.
El embajador europeo dejó claro que el TTC “no es un reinicio” del tratado de libre comercio (conocido como TTIP) que la UE y EE.UU. estuvieron negociando durante años y que enterró la Administración del republicano Donald Trump, y que tampoco se trata de una negociación comercial.
“Es un foro para cooperar en políticas y áreas económicas, canalizar nuestros esfuerzos y esperar resultados rápidos”, comentó.
El TTC tratará con prioridad tecnologías como las redes 5G y 6G, la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la regulación de plataformas, los dispositivos farmacéuticos y médicos, la robótica o tecnologías para combatir el cambio climático.
“Trabajando juntos podemos alinear estándares cuando sea posible, para evitar irritaciones futuras, para sentar reglas más justas en economías abiertas”, afirmó.
También se pretende trabajar en ese marco sobre la seguridad de las cadenas de suministro, el control de exportaciones, la supervisión de inversiones o retos globales como el comercio y el trabajo forzado, explicó.
Pero descartó que el TTC sea el escenario para tratar con amplitud todos los aspectos de la relación entre la UE y EE.UU., como por ejemplo la negociación de un nuevo acuerdo de intercambio de datos (“Privacy Shield”), que sigue su curso separadamente.
El político griego reconoció que ha habido cambios desde que llegó a la Casa Blanca el demócrata Joe Biden, cuya Administración, en su opinión, “juzga sus intereses y alianzas sobre la base de lo que pueden aportar para hacer frente al desafío de China”.
Al mismo tiempo, consideró que ahora EE.UU. está más “alineado” con la retórica de la UE sobre Pekín, en cuanto a reconocerlo como un rival sistémico pero también un socio estratégico ante retos globales como el cambio climático.
“China es fuente de muchos desafíos para ambos lados del Atlántico. Tenemos intereses comunes ahí con EE.UU. y seguiremos trabajando juntos”, apuntó.
En el TTC, Lambrinidis apostó por que la UE y EE.UU. contribuyan a “dar forma a la economía del futuro: somos los socios comerciales más importantes el uno del otro, tenemos que seguir reforzando y mejorando esta relación, esto no es realmente una opción”, concluyó. EFE