Las demandas penales contra activistas defensoras de derechos humanos, como es el caso de Luis Villagrán, de la organización Por la Dignificación Humano, e Irineo Mújica de Pueblos Sin Fronteras, a quienes el gobierno federal acusa de traficar migrantes, han obligado a dejar a la indefensión a estos grupos que ahora se organizaron solos

Chiapas Observa/Staff.- Mientras a pocas horas de distancia las acciones de los grupos criminales mantienen latente la preocupación de la población en comunidades de la Sierra Madre de Chiapas y la Región Fronteriza, una nueva caravana de migrantes salió el pasado domingo desde Ciudad Hidalgo, en la frontera con Guatemala, rumbo a Estados Unidos.

Se sabe, que la caravana sólo va escoltada por elementos de la Guardia Nacional y de Caminos, no se ha hecho presente ninguna organización de ayuda humanitaria como en caravanas anteriores y menos del gobierno del estado o federal que brinde atención médica o agua a los migrantes; a pesar, de la gran cantidad de menores que integran el grupo, publicó María de Jesús Peters en el Universal.

Y es  que las demandas penales contra activistas defensoras de derechos humanos, como es el caso de Luis Villagrán, de la organización Por la Dignificación Humano, e Irineo Mújica de Pueblos Sin Fronteras, a quienes el gobierno federal acusa de traficar migrantes, han obligado a dejar a la indefensión a estos grupos que ahora se organizaron solos, mencionó la reportera.

Según medios locales, personas de distintas nacionalidades, sobre todo centroamericanos y venezolanos, continuaban su camino por México, en una caravana compuesta por aproximadamente mil y mil 200 migrantes, entre hombres, mujeres y niños en condiciones de alta vulnerabilidad.

Recordemos, que a lo largo de los últimos años, los estudiosos del tema han argumentado que los migrantes resultan ser víctimas de una lucha contra la delincuencia organizada y que esto ha elevado los niveles de violencia en México; encontrando que paradójicamente, la estrategia del gobierno federal en su lucha contra el narcotráfico, en los primeros años del siglo XXI, generó el desarrollo de redes criminales que controlan las rutas migratorias, explotan o extorsionan a migrantes y realizan tráfico de personas en movilidad.

La inseguridad a la que se enfrentan los migrantes en esta nueva caravana es preocupante y revela una serie de desafíos urgentes que deben abordarse. Subraya la necesidad de establecer medidas efectivas para protegerlos en su camino hacia Estados Unidos, asegurando su integridad física, acceso a servicios básicos y respeto a sus derechos humanos, para garantizarles un acompañamiento seguro y digno, así como para abordar las causas profundas de la inseguridad a la que se enfrentan en su travesía migratoria.

Considerando el contexto actual, las perspectivas que se abren sugieren la posibilidad de una mayor atención internacional, cooperación regional, acciones urgentes para garantizar la protección de los migrantes y potenciales cambios en las políticas migratorias para abordar los desafíos actuales en materia de migración y seguridad.

Se vislumbra la necesidad de trabajar en conjunto para encontrar soluciones efectivas. Toda vez que se requiere de una respuesta integral y coordinada,  que priorice la protección de los migrantes, el respeto a sus derechos humanos y la colaboración tanto a nivel nacional como internacional. Sobretodo en momentos que el debate sobre la inmigración, parece intensificarse después de que el presidente Joe Biden pusiera fin a su campaña de reelección en los Estados Unidos.

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