De quién es la culpa que el sistema inmune se debilite, porqué el ser humano es cada vez más vulnerable a los virus, cuál es la causa de que la capacidad defensiva del organismo disminuya, porqué algunas personas empiezan a envejecer y van dejando de ser jóvenes, qué se puede hacer para fortalecer nuestro cuerpo y mantenerlo siempre sano y en forma

Chiapas Observa/Pascual Yuing.- Estas preguntas sobre la salud y el fortalecimiento del cuerpo han sido planteadas por las personas desde hace mucho tiempo, ya que siempre ha sido un objetivo común buscar formas de mantenernos sanos y prevenir enfermedades.

Sin embargo, al ser humano le ha costado mucho comprender, que nuestro sistema inmune puede debilitarse por diversos factores, como la edad, el estrés, una mala alimentación, la falta de ejercicio, enfermedades crónicas, entre otros. Y que no se puede culpar a una sola causa en particular, ya que suele ser una combinación de varios factores lo que afecta nuestra capacidad defensiva.

En nuestro tiempo, el ser humano es diametralmente más vulnerable a los virus, debido cada vez más a la globalización, al aumento de la movilidad de las personas y al cambio climático que también puede influir en la aparición y propagación de nuevos virus. Aunque se considere que la disminución de la capacidad defensiva de nuestro organismo y el envejecimiento, son procesos naturales que ocurren con el paso del tiempo; y que nuestro cuerpo,  va experimentando cambios a medida que envejecemos, lo que puede afectar su capacidad para combatir enfermedades.

Y es que nuestra capacidad para comprender la inmunosenescencia (deterioro gradual del sistema inmune) es tan lejana, cuando en realidad debería ser una preocupación de gran tamaño para todos los seres humanos. Ya que el envejecimiento, comienza a hacerse presente en nuestras vidas de manera prematura y evidentemente.

¿Cómo puede ser posible?

Porque la cantidad de años que tenemos en el reloj (edad cronológica) siempre estará en aumento; mientras que la edad biológica, ligada a la edad cronológica de una persona, medirá siempre la trayectoria del envejecimiento. Si alcanzamos a notar la diferencia, mientras una mide nuestra edad y la otra el envejecimiento, otra más, llamada “edad inmunológica” mide un trayecto predecible, un camino, una ruta que se puede anticipar con precisión y en el que no se presentan sorpresas inesperadas.

Explicado de otra manera, no podemos impedir que pasen los años y sin embargo podemos anticiparnos a los acontecimientos, tanto en nuestra edad biológica como inmunológica; y al parecer, según los pronósticos de los investigadores sobre la mortalidad general, ambas se encuentran más o menos correlacionadas.

Veamos una carrerita: Dos flancos (respuesta innata y respuesta adaptativa) del sistema inmune protegen al cuerpo. Los innatos, son la primera línea de defensa, integrada por células de intervención rápida; los neutrófilos y los macrófagos, son los primeros que responden a una invasión, matando a los agentes patógenos.

Mientras tanto los segundos, la línea adaptativa, específica y más lenta, reacciona a enemigos específicos con armas de precisión como las células T, las células B y los anticuerpos; proporciona memoria inmune (rápidamente las células B reconocen el agente patógeno y desencadenan una respuesta despiadada ante una nueva invasión) evitando el contagio de ciertas enfermedades por segunda ocasión. Algunos virus mutan para evadir, por lo que es sobradamente importante enfocarnos aún más en nuestra edad y memoria inmune.

Resaltando, la respuesta innata es la primera línea de defensa del cuerpo contra los patógenos y sustancias extrañas. Incluye barreras físicas como la piel y las mucosas, así como células como los neutrófilos y macrófagos que atacan y destruyen los invasores de manera no específica. A la par, la respuesta adaptativa es el segundo nivel de defensa del cuerpo y es más específico y efectivo que la respuesta innata. Incluye células como los linfocitos T y los linfocitos B que son capaces de reconocer y recordar antígenos específicos, lo que les permite atacar de manera más efectiva a los invasores en futuros encuentros.

En la actualidad, con el avance de la ciencia y la tecnología, tenemos más información y recursos para cuidar nuestra salud, comprendiendo de manera más efectiva lo que sucede con nuestro cuerpo, sólo hace falta que simplemente se refleje en un aumento de nuestra capacidad de protección.

Limpiar es curar, decía Carlos Kosel, médico naturista acaecido hace ya varios años. Y es que efectivamente, limpiando se incrementa al mil por mil la actividad de todos los sistemas en nuestro cuerpo, al multiplicarse las células defensoras de nuestro organismo. Y lo que necesitamos, cual automóvil cuando requiere su afinación, es una buena limpieza.

Se ha dicho reiteradamente, que para fortalecer nuestro cuerpo y mantenerlo sano y en forma, es importante llevar un estilo de vida saludable, mediante una alimentación natural, ejercicio regular, descanso adecuado, reduciendo el estrés, manteniendo una vida saludable, evitando fumar, el consumo excesivo de alcohol y drogas, además de seguir las mejores recomendaciones.

Cientos de células y moléculas actúan cuando las defensas naturales están funcionando lo suficientemente bien, como para mantenernos a salvo de casi cualquier enfermedad infecciosa; pero cuanto más débil se vuelve el sistema inmunitario, padecemos una disminución en nuestro desempeño anímico y nuestro cuerpo lo resiente en cada uno de sus sistemas. Y lo más probable, es que enfermemos gravemente o muramos a causa de dicha extenuación o acabamiento.

Por eso es muy importante comprender, porqué rejuvenecer unas cuantas décadas no caería tan mal. Si quieres saber más sobre cómo cuidar tu Sistema  inmunológico, lee mi próxima publicación, gratuitamente.

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