La cifra se ha mantenido a un ritmo constante que todavía no deja ver las deportaciones masivas con las que ha amenazado Trump, aunque se espera que estas aumenten en los próximos días
Chiapas Observa/Agencias.- El reclamo de los migrantes cargados de temor e incertidumbre en Tijuana se mezcla con las deportaciones que se ven en la frontera los primeros días de Trump como presidente. Las expulsiones continúan en El Chaparral a un ritmo de unas 80 a 100 personas al día, según declara a El País una fuente cercana al Instituto Nacional de Migración. La cifra se ha mantenido a un ritmo constante que todavía no deja ver las deportaciones masivas con las que ha amenazado Trump, aunque se espera que estas aumenten en los próximos días.
De acuerdo con la periodista Almudena Barragán, la mayoría de deportados son mexicanos. Uno de ellos declara que fue detenido hace un mes y medio en Denver, Colorado. Abraham Carmona, de 19 años, originario de Jalisco, acaba de ser expulsado de Estados Unidos. Estuvo 50 días retenido en el MCC de San Diego, una prisión en California que alberga hombres y mujeres de todos los niveles de peligrosidad. “Te amarran de pies y manos y te hacen sentir un criminal, cuando lo único que quieres es ir allá para trabajar”, dice Carmona.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha insistido este miércoles que los encuentros diarios de indocumentados en la frontera de Estados Unidos están en uno de sus niveles más bajos de los últimos años y que se redujeron en un 75% desde diciembre de 2023. Sin embargo, las autoridades mexicanas han registrado más de 925.000 personas en situación irregular solo hasta agosto de este año, un incremento interanual de más de un 100%. El Gobierno de Trump insiste en devolver el programa Quédate en México (MPP), para que los indocumentados esperen en territorio mexicano hasta que llegue la resolución de su petición de asilo.
La presidenta ha explicado que el Gobierno de México buscará el retorno voluntario de los migrantes afectados por las políticas de Trump y ofrecerá a estas personas ayuda humanitaria, entre ellos, todas aquellas personas que tenían una cita con CBP One y fue cancelada. “Ese programa [MPP] es para que las personas se desgasten y desistan. A México le corresponderá hacer la labor de ayuda, porque es un país pacifista, humanitario y tendrá que ceder”, apunta José María García. Sin embargo, los expertos consultados en este reportaje coinciden en que Tijuana no tiene, por el momento, una red de ayuda pública lo suficientemente grande para atender la llegada masiva de personas. En total en la ciudad hay 44 albergues, con capacidad para unas 5.000 personas.
Son los albergues de las organizaciones religiosas y la sociedad civil los que más personas están recibiendo. Muchos de los migrantes rechazados por Estados Unidos y que tenían cita han acabado en estos refugios. Sus coordinadores piden a los tres órganos de Gobierno que trabajen de manera coordinada para mejorar el mecanismo de acogida y que regrese el fondo de migralidad de unos 1.000 millones de pesos (unos 49 millones de dólares) que fueron recortados durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y que ayudaban a la sociedad civil a mantener los albergues en pie.