La máquina seguía jalando, así lo describió a principios de abril Aurora Zepeda Rojas (reportera especializada en instituciones electorales) en la página de la Revista Nexos; y quien previno, que la atención al PREP (Programa de Resultados Electorales Preliminares) debería mantenerse, para asegurar que el domingo 2 de junio no reventara la máquina, que escupiendo tuercas y tornillos los trabajadores mexicanos le pusieron “chunchitos” aquí y allá, le taparon hoyos e improvisaron soluciones, para que los focos de alarma se fueran apagando.
En su investigación, Zepeda Rojas descubrió que personal con experiencia había venido renunciando, en tanto las direcciones y la Secretaría Ejecutiva del INE se mantenían sin titulares, logrando identificar en tan sólo dos meses alrededor de 325 nuevas contrataciones, más una lista con datos falsos que el INE entregó vía Plataforma Nacional de Transparencia, lo que a su parecer evidenció el desorden e improvisación que prevalecía en el INE.
En ese entorno y entre muchas otras incidencias más, la reportera reveló que la empresa ganadora en la licitación de 33 000 celulares con tarjetas SIM para datos, Element Telecom, avisó quince días antes de salir a campo que no podía cumplir con el contrato; y de emergencia, se le adjudicó a otra compañía (Dipsa Telcel) el pasado 12 de febrero ya con el personal visitando hogares.
Con los focos prendidos en varias partes, las consejerías pidieron un informe detallado de retrasos, rescisiones de contratos y problemas en todas las áreas para tener una idea más clara de los atorones en la organización y evitar los posibles incendios; y sin haber respuestas, ya se sabía que habían retrasos en la convocatoria para repartir los recursos destinados a la observación electoral, incluso con las campañas ya iniciadas, relató Rojas.
Y que al menos tres de los siete integrantes del Consejo estaban preocupados, por el retraso en la construcción del PREP, la exclusión por parte de la Unidad Técnica de Sistemas Informáticos para saber sobre la construcción de modelos de prueba y los riesgos y peligros en los que se estaba colocando al PREP por la falta de toma de decisiones. Se decía, que por la cantidad de retrasos no sería fácil ponerse al corriente.
Sin embargo, como un augurio descarado, se adelantó que en caso de retomar el dinamismo existían los mecanismos y las condiciones suficientes, para que el PREP pudiera dar a conocer oportunamente a través de plataformas electrónicas, los resultados preliminares de las elecciones a partir de la misma noche de la jornada electoral; aún, cuando los informes y comités intentaban justificar los retrasos y fallas, mientras los problemas eran más que evidentes y la falta de claridad en varios procesos continuaban.
Y no pasó mucho tiempo, por lo visto muy repentinamente llegado el día de las elecciones, que algo sucedió de pronto y cambió todo como por arte de magia. Milagrosamente los pistones carbonizados del INE jamás explotaron; al contrario, parece como si la máquina nunca hubiese estado a punto de desbielarse, que hemos presenciado una jornada electoral aparentemente en perfectas condiciones, silenciosamente de maravilla.
Vaya sorpresa, la ironía no podía ser mayor: con una máquina a punto de colapsar, el INE presentaba resultados casi casi instantáneos. Todo parecía haber sido predeterminado en un entorno de caos y disfunción flagrante. ¿Cómo fue posible entonces tal rapidez cuando miles de incidentes plagaron el camino hacia las urnas?
La moraleja de esta farsa electoral es clara y clave: en un mundo de tornillos sueltos y tuercas oxidadas, la política encuentra formas sorprendentes de manifestarse. Por eso llamar a votar fue una orientación constante, para que al final y a pesar de todo como podemos comprender, el INE diera a conocer sin contratiempos los resultados preliminares de la elección presidencial y se convirtiera, en el Instituto maravilloso con el que todos ganaron y otra vez perdieron los mismos de siempre.
Porque se comprende, con total claridad, que no importaban los medios sino el fin: ganar ganar. En donde todas las partes involucradas obtuvieran beneficios o lograran sus objetivos de manera mutuamente satisfactoria, sin perdedores ni competencia desmedida, haciendo vivir al INE y haciéndolo morir. Porque a menos de que aguante un cambio de anillos o una reparación total, de plano que este ha sido su mejor show pero a la vez su deshonrosa despedida.
Ya veremos qué rumbo toma este nuevo gobierno, en ese segundo piso de la afamada Cuarta Transformación. Porque la preocupación constante, sigue siendo el pueblo trabajador: el único que en todos estos episodios termina siempre perdiendo; esperemos, que en la batalla final no sea ese su fatal y permanente destino.