En el caminar hacia el 60 aniversario de su creación, la máxima sede de Chiapas dio a conocer su unión al Año Santo que ha convocado el Santo Padre Francisco
Chiapas Observa/Staff.- La Arquidiócesis de Tuxtla dio a conocer ayer en su cuenta de Facebook, que en el caminar hacia el 60 aniversario de su creación, continúa trabajando en el trienio jubilar y en este 2025, se ha unido al Año Santo que ha convocado el santo padre Francisco, por lo tanto, los templos que se han designado para indulgencias plenarias, son la Catedral Metropolitana de San Marcos y los templos en cada vicaria episcopal estarán disponibles recibiendo a los fieles para ganar la indulgencia plenaria, esto con base en la Carta al Presbiterio de Monseñor Fabio Martínez Castilla, signada con fecha 09 de junio de 2022 y en el Documento sobre la concesión de la indulgencia durante el jubileo ordinario del año 2025, del 13 de mayo de 2024.
En una circular firmada el pasado nueve de enero por el Presbítero Luis Eduardo Beltrán, canciller secretario de la Arquidiócesis, se agrega que los templos han sido designados como santuarios temporales para ganar las indulgencias este tercer año del trienio jubilar de la arquidiócesis, y se prolonga hasta la clausura del Año Santo por indicaciones de monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, administrador apostólico de Tuxtla, son: Vicaria Episcopal San Marcos, Vicaria Episcopal Santa Catarina, Vicaria Episcopal Juan San Juan Pablo Segundo, Vicaria Episcopal Nuestra Señora de Guadalupe, Vicaria Episcopal San Juan XXIII y Vicaria Episcopal San Juan Diego.
“Nos alegra compartir con el pueblo de Dios que peregrina en nuestra Arquidiócesis, esta hermosa noticia con motivo del próximo 60 Aniversario que estamos por celebrar. No te quedes sin ganar indulgencia plenaria”, se destaca en la publicación.
De acuerdo con el código de derecho canónico (C. 992) y el Catecismo de la Iglesia católica (N. 1471), “la indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos”.