Tonatiuh Guillén López, ex comisionado del INM, advirtió ayer que con Donald Trump, «las deportaciones se podrán acercar a los números de Obama sin ningún problema, serán tiempos muy crudos, la relación bilateral con México tendrá jaloneos muy duros», sostuvo en entrevista con el periodista José Cárdenas.
El doctor y profesor-investigador de la UNAM, agregó que el virtual presidente de los Estados Unidos, estará en la prepotencia mayor, en tono imperialista, sin ataduras, lo que significa una amenaza muy seria para la estabilidad internacional.
La declaración de Tonatiuh Guillén sobre una posible crisis humanitaria por migración y la relación bilateral con México es preocupante.
Una política de deportaciones masivas podría tener consecuencias negativas en la economía de ambos países, así como en la estabilidad social y política de la región.
Los líderes políticos y los responsables de la política migratoria deberán enfocar sus esfuerzos para encontrar soluciones que equilibren la necesidad de controlar la migración irregular con la protección de los derechos humanos y la promoción de la cooperación internacional, algo que hasta este momento parece ser una posibilidad muy remota.
No es un secreto que la migración ha tenido un impacto significativo en la economía y los negocios, especialmente en industrias que dependen de la mano de obra migrante, pero una política de deportaciones masivas podría llevar a una escasez de trabajadores en ciertas industrias, lo que podría afectar la producción y la competitividad de las empresas.
Las declaraciones vertidas por Tonatiuh Guillén, deben llamar la atención de las autoridades de los estados del sur, especialmente en nuestra entidad, pues Chiapas enfrenta un desafío significativo al recibir oleadas masivas de migrantes, lo que genera desafíos significativos.
Nuestro estado, debe trabajar como lo ha hecho hasta hoy, en estrecha colaboración con las autoridades federales mexicanas y con los países de origen de los migrantes para abordar las causas root de la migración y encontrar soluciones sostenibles.
Las acciones emprendidas en materia de seguridad, especialmente en áreas de alto tráfico de migrantes como el municipio de Suchiate, son imprescindibles para prevenir la explotación y el tráfico de personas, lo que también llama a fomentar la participación comunitaria en la atención a las personas en condiciones de desplazamiento, mediante la creación de redes de apoyo y la promoción de la solidaridad y la comprensión de sus condiciones.
Es necesario desmitificar la migración, atender las necesidades tanto de los grupos de migrantes como de los ciudadanos chiapanecos que también reclaman respuestas por parte de las autoridades, sobre todo cuando la corrupción al interior del Instituto Nacional de Migración ha generado una diversidad de males que afectan gravemente los intereses comunes y la tranquilidad social.