La detención de tres elementos de la Policía de Investigación por sus presuntos vínculos con un grupo delictivo dedicado a la extorsión, es un certero golpe a la corrupción e impunidad que predominó en algunas áreas de la Fiscalía General de Chiapas por más de tres años.
De acuerdo con información difundida por la propia dependencia, a los detenidos les fueron aseguradas armas de grueso calibre, chalecos antibalas y una tabla perforada con la que torturaban a sus víctimas, al vivo estilo del crimen organizado.
Esta detención confirma también que las denuncias publicadas por «Chiapas Observa» en contra de mandos policiacos coludidos con la delincuencia, gozaron de todo el rigor periodístico, se sustenaron en denuncias realizadas por víctimas de abuso de poder y en evidencias recopiladas enmedio de una serie de hechos sangrientos que mantuvieron a la entidad en la zozobra y la inseguridad.
Es necesario señalar que durante la pasada administración, la mayoría de los mandos policiacos, fueron señalados por distintos medios de operar para los cárteles que mantienen una disputa por el control de los territorios. Estás denuncias también alcanzaron a las autoridades gubernamentales que nunca dieron la cara al pueblo de Chiapas para deslindarse de dichos señalamientos.
La corrupción percibida por los ciudadanos es un factor que influyó en la desconfianza en la policía y, por lo tanto, en la percepción de inseguridad ciudadana. Esto confirma que la corrupción en la policía puede tener consecuencias negativas para la sociedad en general.
Es importante destacar que la lucha contra la corrupción requiere un enfoque integral que involucre a todas las instituciones y a la sociedad civil. Es fundamental que se tomen medidas para prevenir y sancionar la corrupción, y que se promuevan prácticas de transparencia y rendición de cuentas en todas las instituciones públicas, algo que actual gobernador Eduardo Ramírez Aguilar demuestra comprender a cabalidad, al crear la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal y dotar a la Secretaría de Seguridad del Pueblo con más y mejores herramientas para un alto desempeño.
Destacable es también el trabajo comprometido de la Fiscalía General del Estado, que con la experiencia de su titular, Jorge Luis Llaven Abarca, ha retomado la riendas de la institución con el principio de Cero Impunidad, algo que hoy está quedando más que demostrado.