Se estima que unas 3000 de las más de 4000 personas que salieron en las caravanas desde la ciudad de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez estas últimas semanas han sido dispersadas
Chiapas Observa/Staff.- Desde que Trump ganó las elecciones, la mayoría de las caravanas de migrantes han sido disueltas a los pocos días de comenzar, convencidas por las autoridades mexicanas para que desistan en su empeño de continuar hacia el norte, esto de acuerdo con información publicada por el diario El País.
Las amenazas del próximo presidente de Estados Unidos con aumentar los aranceles a México si no existe más control de la migración han sido el disparador para que el Gobierno de Claudia Sheinbaum refuerce su estrategia de contención. En total seis caravanas han recorrido el sur de México este último mes. Todas han sido detenidas horas después en la frontera entre Chiapas y Oaxaca, excepto una que fue interceptada a la altura de Veracruz. La desesperación por la cita del CBP One que no llega, la amenaza del crimen organizado y la posibilidad de ser secuestrados, extorsionados o algo peor, provocan que miles de personas emprendan el camino por su cuenta.
Se estima que unas 3.000 de las más de 4.000 personas que salieron en las caravanas estas últimas semanas han sido dispersadas, según apunta la prensa local. “Las personas migrantes caminan juntas para intentar disminuir su exposición a eventos de violencia a cargo de los múltiples actores armados que operan en un trayecto de unos 3.000 kilómetros entre las fronteras sur y norte”, explica Daniel Bruce, responsable de la base de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Tapachula.
Cientos de ellos han sido trasladados a puntos alejados de su ruta inicial. A finales de noviembre, autobuses cargados de migrantes llegaron a Michoacán y Guerrero. Otro grupo fue llevado hasta Yucatán y varios grupos de personas de Venezuela, Haití y Colombia fueron detenidas en Ciudad de México y regresadas de nuevo a Tabasco, casi en la frontera con Guatemala. Cansados de caminar, enfermos y sin recursos, muchas de estas personas acceden a ser trasladadas. Las autoridades han declarado que, a cambio del traslado, se les ofrece una visa humanitaria para transitar por el país, pero esto varía dependiendo del caso.
La mayoría de las caravanas salen desde Tapachula, cerca de Guatemala, aunque una más lo hizo desde Tuxtla Gutiérrez, la capital del Estado. Chiapas se ha convertido junto a Tabasco en el Estado que más entradas irregulares de migrantes registró este año, en total más de 925.000 personas cruzaron de enero a agosto, según datos del Instituto Nacional de Migración (INM), un 131% más el año pasado. Más de 100.000 son niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, aunque los cruces han aumentado, cada vez menos personas logran llegar al norte.
La política de desgaste y dispersión, en coordinación con los operativos del INM y los controles del Ejército y la Guardia Nacional, están logrando frenar las caravanas. El objetivo, a toda costa, es evitar que las imágenes de 2019 con la frontera abarrotada en varias ciudades como Piedras Negras, Juárez o Tijuana se repitan. “No están llegando caravanas a la frontera norte porque son atendidas en México”, señaló la presidenta Sheinbaum hace unas semanas, después de mantener la primera conversación con Trump sobre el tema. La mandataria aprovechó la comunicación para recordarle a Estados Unidos que México ha logrado reducir en el último año un 75% los cruces en la frontera norte.