No queda duda que más de un exfuncionario de la recién pasada administración estatal, está cosechando lo que por seis años consecutivos sembraron desde posiciones privilegiadas, bajo el amparo del poder, la corrupción y la impunidad.

Por segundo día consecutivo, el exsecretario de Salud y hoy Senador de la República por Morena, José Manuel Cruz Castellanos, ha sido blanco de abucheos y severas críticas que de manera repetitiva fueron expresadas aun siendo funcionario del gobierno de Rutilio Escandón Cadenas, mismas que las instancias encargadas de combatir y sancionar la corrupción en la función pública, desestimaron e ignoraron.

Ayer, al tomar protesta formal como nuevo secretario de Salud en Chiapas, el doctor Omar Gómez Cruz dejó en claro que encontró una dependencia muy lastimada, que fue utilizada y saqueada por el auto llamado “Doctor Pepe Cruz”, a quien acusó de utilizar a la citada institución “para todo, menos para lo que realmente es: cuidar la salud de las y los chiapanecos”.

El nuevo titular de la dependencia, señaló que “la bata blanca fue pisoteada, denostada, politizada, corrompida”, y manifestó que cuando una bata blanca se politiza, se usa para una ambición política, se pierde su misión”, por ello, prometió devolver el humanismo y trabajar de cerca con quienes lo necesitan, caminar comunidades y estar al lado del pueblo.

José Manuel Cruz Castellanos, enfrenta estas acusaciones por ejercicio ilegal e indebido de funciones públicas, corrupción y abusos de autoridad durante su gestión como secretario de Salud Estatal, actos que representan una excesiva corrupción que demanda ser llamado a cuentas aun y con el fuero legislativo del que ahora goza.

Su ejercicio abusivo y arbitrario ha sido denunciado por trabajadores y líderes como el secretario General de la Sección 03 del Sindicato de Trabajadores de la Secretaría de Salud, así como por su ahora homologo, Luis Armando Melgar, senador de la República por el Partido Verde, además del coordinador de los diputados locales de Morena, Mario Guillén.

Una buena muestra de congruencia y compromiso con el segundo piso de la Cuarta Transformación por parte del exsecretario de Salud, sería presentar su renuncia inmediata al cargo y ofrecer al pueblo de Chiapas su disposición para ser objeto de una minuciosa investigación que determine su culpabilidad o inocencia de frente a estas acusaciones.

Aunque, a decir verdad, seguramente volverá a dibujar esa sonrisa “un poco cínica” y continuará disfrutando del desfalco millonario cometido en agravio de los chiapanecos y de miles de trabajadores del Sector Salud.

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