Como si fuera cualquier cosa, un indefenso bebé fue a parar a una funeraria de Tuxtla Gutiérrez, misma que presuntamente al encontrarlo con vida regresó al recién nacido al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que atendió a la madre y el menor, donde finalmente falleció.
De acuerdo a las declaraciones hechas a Reporte Ciudadano por la familia de la madre afectada, se dio aviso a la funeraria para recoger el cuerpo del bebé, porque de acuerdo al certificado expedido por la institución este ya no tenía signos vitales; pero de repente, una llamada de la funeraria avisó que el bebé seguía con vida, como consta en un video que la misma funeraria les hizo llegar a los familiares. Por eso, después de que iba a ser cremado luego del fallido dictamen médico, la criatura reingresó nuevamente al hospital y con vida, donde pasó toda la noche en una incubadora hasta el amanecer cuando fue confirmado su fallecimiento.
La muerte clínica, su certificación, el traslado de la agencia funeraria, su reingreso al hospital y por ultimo la corroboración del fallecimiento, ha generado inconformidad y muchas dificultades entre los familiares, quienes piden que se haga lo correcto y se aplique justicia ante lo que consideraron una “negligencia tremendamente”. Porque como seres humanos, no quieren que les estén provocando esto a las mujeres que vienen confiadas al Seguro Social para dar a luz.
Porque además en la publicación se menciona, que otras personas presentes en el lugar son sabedoras de que los registros prácticamente desaparecieron; ya borraron todo, ya no hay registro como si la mamá del bebé no hubiera acudido al IMSS. Por eso los derechohabientes avecindados en Tuxtla Gutiérrez, exigen justicia.
La presunta negligencia por parte del personal médico del IMSS al certificar incorrectamente la muerte del recién nacido y permitir que fuera entregado a una funeraria mientras aún estaba vivo, plantea serias dudas sobre los procedimientos y protocolos de atención en el hospital. Además, la falta de comunicación, la desaparición de registros y la solicitud de justicia son elementos fundamentales que reflejan una grave crisis, una serie de problemas sistémicos y errores individuales que deben abordarse con seriedad y transparencia.
La revelación de esta grave falla en el sistema de atención médica del IMSS debería impulsar reformas y mejoras en los procedimientos de certificación de defunción, comunicación entre el personal médico y las funerarias, así como en la gestión de registros médicos para prevenir situaciones similares en el futuro; también un mayor escrutinio y supervisión de las prácticas y protocolos dentro del IMSS, con un énfasis en la transparencia y la rendición de cuentas; más una reflexión profunda dentro de la institución respecto a la importancia de establecer una cultura de seguridad del paciente. Porque la repercusión de esta situación en la opinión pública, podría llevar a una pérdida de confianza en el IMSS y en el sistema de salud en general.
Para abordar esta crisis en el IMSS y restaurar la confianza del público, debe llevarse a cabo una investigación a fondo para esclarecer los hechos, identificar las fallas en los procedimientos y determinar las responsabilidades individuales y sistémicas. El IMSS debe mantener una comunicación honesta y transparente con la opinión pública sobre las acciones tomadas para abordar esta crisis, demostrando su compromiso con la mejora continua y la protección de los derechos de los pacientes, para fortalecer la calidad y seguridad de la atención médica brindada por la institución y reconstruir la confianza de la población en el sistema de salud, que lamentablemente oscila entre la inanición y la deshumanización en perjuicio de los derechohabientes.