El fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland, señaló el pasado 25 de julio que «El Mayo» Zambada y Joaquín Guzmán López, fueron arrestados en El Paso, Texas. Que el Departamento de Justicia ha detenido a dos presuntos líderes del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones de narcotráfico más violentas y poderosas del mundo. Ismael Zambada García, o “El Mayo”, cofundador del Cártel, y Joaquín Guzmán López, hijo de su otro cofundador.

Al saberse la noticia, sin quitarle méritos a la operación y al considerar que las detenciones muestran un avance importante en la batalla contra el narcotráfico, Andrés Manuel López Obrador señaló que el Gobierno de Estados Unidos debe entregar un informe completo sobre el operativo que llevó a las detenciones de Ismael «El Mayo» Zambada y Joaquín Guzmán López, porque no se sabe si uno o más de los líderes del cártel se entregaron; y aún, cuando las detenciones no son todo para resolver el problema del consumo de drogas, toda vez que deben abordarse las causas, dijo el presidente de México.

Y es que aún cuando fue dado a conocer por las autoridades de EUA que detuvieron a Ismael Zambada García y a Joaquín Guzmán López, ambos líderes del Cártel de Sinaloa, el procedimiento casi secreto llevado a cabo la semana pasada ofrece poca claridad sobre la doble captura. Por ejemplo la cadena de noticias CNN informó, que Guzmán López, de 38 años, facilitó sin saberlo su arresto junto con el de Ismael «El Mayo» Zambada, al atraer a Zambada a un vuelo para examinar un terreno que él pensó que estaba en México.

Surgió también la versión de que “El Mayo” fue traicionado por Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán, que lo acompañaba en el momento de aterrizar en territorio estadounidense, revelado por el diario The New York Times. El diario estadounidense cita a dos fuentes policiales de aquel país, quienes aseguran que Guzmán le comentó a Zambada que el viaje en una avioneta privada tenía como fin enseñarle unos terrenos, pero este último siempre creyó que el destino era un lugar de México y no de Estados Unidos. Lo que significaría que existió alguna negociación, donde Guzmán López habría tratado de ayudar a su hermano Ovidio, extraditado en septiembre de 2023 a Estados Unidos, supone el rotativo.

Por su parte el abogado de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, Frank Pérez, fue más claro en un mensaje al diario Los Angeles Times, al asegurar que su cliente fue secuestrado por Joaquín Guzmán López y llevado en contra de su voluntad a los Estados Unidos, donde ambos fueron arrestados; el abogado reiteró, que su cliente no se entregó a la justicia estadounidense como fue reportado tras su arresto. Según el diario, publicó N más, Zambada fue emboscado, tirado al suelo y esposado por seis hombres en uniformes militares junto con Guzmán López. Y de acuerdo con el mensaje de Pérez al diario, Zambada fue lanzado en la parte trasera de una camioneta pickup y llevado a una pista de aterrizaje. Después fue obligado a subirse a un avión, atado de las piernas y su cabeza cubierta con una bolsa negra. Y que finalmente fue trasladado a los Estados Unidos, donde fue arrestado cerca de El Paso, Texas.

Hasta el momento, el vuelo que condujo a esta operación en realidad no es más que una simple historia de arresto. Desvela un entramado complejo de dinámicas de poder, traiciones, y la continua lucha contra el narcotráfico que requiere un análisis profundo y multidimensional. Ofrece una oportunidad para reflexionar sobre la eficacia de los métodos empleados en la lucha contra el narcotráfico, la necesidad de mejorar la cooperación internacional en términos de transparencia y rendición de cuentas, y el impacto humano que estas operaciones conllevan. Porque ciertamente la cuestión no es solo capturar a los líderes, sino entender el fenómeno en su totalidad para abordar sus causas fundamentales, precisamente como lo dice en forma general el Presidente López Obrador.

Viendo el panorama, por supuesto que esto no resuelve los problemas estructurales subyacentes que alimentan el narcotráfico, como la desigualdad socioeconómica, la corrupción y la falta de oportunidades. La falta de transparencia en la operación y la necesidad de un informe detallado resaltan la peculiar tensión entre México y Estados Unidos, que podrían no ser bien recibidas por la población mexicana y crear más desconfianza hacia las autoridades. Esto plantea cuestiones éticas sobre el uso de tácticas dudosas en la captura de criminales y la comunidad internacional podría cuestionar la legitimidad de estas acciones, así como su alineación con estándares de derechos humanos. Las capturas, podrían desestabilizar temporalmente la organización, pero también pueden llevar a un aumento del vacío de poder y a la proliferación de nuevos grupos, lo que complicaría aún más la situación económica en áreas ya afectadas.

Analizar operaciones anteriores y sus consecuencias, podría arrojar luz sobre la eficacia de estrategias actuales y la necesidad de un enfoque coordinado a largo plazo, que aborde el fenómeno en su totalidad. La creación de comités bilaterales para evaluar y supervisar operaciones podría ser útil, fomentando un marco de colaboración sólida entre México y Estados Unidos que garantice la transparencia en las operaciones conjuntas y la rendición de cuentas; para lo cual se requiere, que las agencias involucradas publiquen informes accesibles y detallados sobre las operaciones, incluyendo los procedimientos y tácticas utilizadas, para fomentar la confianza pública, así como fomentar la creación de organismos independientes que supervisen las operaciones policiales y verifiquen que se cumplan los estándares de derechos humanos. Porque sin duda se requiere un entendimiento más profundo del problema, tanto como en la construcción de instituciones sólidas, para lograr un cambio sostenible y duradero en la lucha contra el narcotráfico, que a leguas vuela, como un misterio.

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